Claves para superar la adicción al trabajo

¿Eres un adicto al trabajo? Si vives para trabajar, probablemente lo eres. Nuestro psicólogo en Barcelona te aconseja algunos trucos para superar este problema y, especialmente, para evitar convertirte en el llamado workaholic.

Por Manuel Fló

Es una patología muy común, pero es verdad que raramente se trata en la consulta del psicólogo. El adicto al trabajo piensa que no puede malgastar su tiempo yendo al terapeuta, porque debe entregar ese informe, porque tiene que responder esos correos y porque no puede permitirse el lujo de desaparecer de la oficina o de delante de la pantalla. La verdad es que acaba viviendo solo para el trabajo, en lugar de trabajar para vivir, para ganarse la vida y luego disfrutarla. Síndromes de perfeccionismo y de egocentrismo pueden estar vinculados en algunos casos.

El uso (y abuso) de los smartphones ha acentuado esta patología, porque ahora es más difícil desconectar. Por ejemplo, tener activado el correo de la empresa en el móvil, y revisarlo constantemente, incluso a la hora de cenar, representa un riesgo para la persona que se mueve entre la sutil frontera que separa a una persona comprometida con su trabajo y a un adicto al trabajo. Uno puede estar motivado por su empleo, claro que sí, pero lo normal es querer disfrutar del tiempo libre, de la familia o de los amigos, y querer desconectar de pantallas, informes, correos, reuniones y presentaciones. En caso contrario, probablemente hay algún problema escondido que en una terapia debería salir a la luz.

Para superar una adicción al trabajo en primer lugar hay que ser conscientes de ello, y tener la voluntad de pararlo. Será difícil si esta adicción está causada por presiones externas, por ejemplo de un jefe que exige más de la cuenta y que pone en riesgo tu continuidad en la empresa, pero si la presión es interna será en principio más fácil: es la autoexigencia, es el perfeccionismo, lo que te impulsa a seguir trabajando sin parar durante jornadas maratonianas. Pregúntate si ya no es suficiente así: ¿de verdad alguien va a reconocer que esa presentación es perfecta? ¿o con una presentación buena bastará?

Aprovechar las horas de trabajo al máximo, establecer un método de organización del trabajo, aprender a delegar y saber conformase son algunos trucos para superar una adicción al trabajo o para evitar caer en ella. Y, sobre todo, establecerse un horario y cumplirlo: por ejemplo, obligarse a apagar el ordenador a las 19 horas. Como nuestra vida laboral hoy en día puede continuar con el uso del móvil o de la tableta, también es bueno poner en silencio el móvil a partir de cierta hora (no a las 19 horas si tu móvil es de uso personal y laboral, pero sí a las 22 horas), y ésta es una funcionalidad que puedes configurar de forma automática.

Un método que también suele funcionar es organizarse una vida social activa, ir al gimnasio, a clases con horarios fijos que nos gusten; verse con los amigos (quedar a una hora y no anular la cita); incluso buscar retos personales, más allá de los laborales, como apuntarse a un curso de idiomas o a uno de cocina japonesa. Lo importante es que a partir de cierta hora tengas “otras actividades” para hacer. Evidentemente, si tu jornada a partir de las 19 horas está vacía, es más fácil que en casa enciendas el ordenador para acabar ese informe… Así que coge la agenda, busca actividades que te motiven y llama a ese amigo de la universidad que hace siglos que no ves.

Cuando uno tiene hijos el problema de la adicción al trabajo es aún más grave. Tienes que tener presente que el tiempo extra que dediques al trabajo es tiempo que restas a tus hijos, y seguramente lo que más quieren ellos en el mundo es estar con su padre o su madre.

Ánimo, que tú puedes. Y, si solo no te ves con fuerzas, recuerda que estamos aquí para ayudarte.

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