Eyaculación Precoz

La Eyaculación Precoz (EP) es un trastorno más frecuente de lo que muchos creen y alcanza uno de cada tres hombres, pero lo más grave está en que no es reconocido por la gran mayoría de ellos.

Causas de la eyaculación precoz

Esto se debería a distintas causas, una de las cuales es el desconocimiento de la respuesta sexual normal tanto del hombre como de la mujer. La educación sexual tiene una relevancia preponderante en dar luz a estos problemas, ya que permite hacer una identificación temprana del problema por parte del afectado y además da cuenta del daño que este tipo de disfunciones puede producir a la calidad de la relación de pareja o de la vida social. Han existido múltiples intentos de darle una definición a la E.P. Se ha definido en relación al tiempo que media la penetración y el momento que el paciente eyacula. Sin embargo, esto es muy subjetivo, ya que depende también en gran medida de la respuesta sexual de su pareja; esto se refiere a que un tiempo eyaculatorio de dos minutos puede ser perfectamente adecuado para una pareja, pero absolutamente inaceptable para otro. Sin embargo, esto puede ser utilizado para cuantificar la severidad de su EP, ya que existen casos en que se produce al primer contacto con la vagina e incluso antes de la penetración y otros casos menos severos donde logra aguantar un par de minutos en la vagina.

La eyaculación precoz no es una enfermedad, sino que una falta del aprendizaje de las sensaciones placenteras en la respuesta sexual del hombre, que lleva a no reconocer el momento previo a la eyaculación inminente (es el paso de la fase de meseta a la fase de emisión), que posibilita en prolongar la fase de meseta y por ende el acto sexual.

No se han encontrado causas médicas que produzcan eyaculación precoz, ya que rara vez están presentes procesos infecciosos en los genitales o malformaciones anatómicas en la glándula prostática que den cuenta de este trastorno.

Masters y Johnson , sobre la base de sus estudios, establecieron que la E.P. se debe a una falta del aprendizaje de la recepción y la integración de la información sensorial placentera percibida durante el acto sexual, que lleva a no saber reconocer el momento en que se puede prolongar el acto sexual. En el inicio de la vida sexual activa, las primeras veces que el joven presenta eyaculación se debe a poluciones nocturnas o por intermedio de la masturbación, por lo tanto cuando tiene sus primeras relaciones sexuales, él no tiene conocimiento de generar otra respuesta que no sea eyacular desde el momento en que se produzca dicha relación. Además, el grado de excitación producido por sus primeros encuentros es tan importante que llega al orgasmo sin darse claramente cuenta de lo que está ocurriendo exactamente y a medida que se enfrenta nuevamente a estas situaciones va a lograr definir claramente las distintas fases de su respuesta sexual y podrá prolongarlas en la medida de lo posible. Este proceso normal de aprendizaje no se presenta en los eyaculadores precoces y esto se debería a que algunos hombres se excitan demasiado, lo que les impide reconocer las sensaciones percibidas. Además, por lo general, las primeras relaciones sexuales se producen en ambientes de tensión, por temor a ser descubierto, con sentimiento de culpa y asociado a la ansiedad lo que lleva a tener un patrón eyaculatorio rápido que se traduce en un condicionamiento que se repite a través del tiempo.

Otros tipos de problemas de eyaculación:

Aneyaculación : se caracteriza por la ausencia absoluta de algún fluido eyaculado, encontrándose conservada la sensación orgásmica, ya que se producen las contracciones rítmicas de los músculos perineales sin que tenga lugar la fase de emisión.

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