Dificultad con los orgasmos

Anaorgasmia. Retraso o ausencia persistente o recurrente del orgasmo después de una fase de excitación normal en la actividad sexual, considerada como adecuada en su foco, intensidad y duración.

Dificultad con los orgasmos

El trastorno orgásmico puede ser permanente o adquirido, general o situacional.

Aproximadamente un 10% de las mujeres nunca alcanza un orgasmo independientemente de la estimulación o la situación. La mayoría de las mujeres pueden alcanzar el orgasmo con la estimulación del clítoris, pero cerca del 50% llegan al mismo de forma regular durante el coito. Cuando una mujer responde a la estimulación del clítoris no coital pero no puede alcanzar el orgasmo durante el coito, se requiere una exploración sexológica, en ocasiones con un ensayo psicoterapéutico (individual o de pareja) para juzgar si la incapacidad para el orgasmo coital es una variación normal de la respuesta o si es debida a psicopatología individual o interpersonal.

Una vez que la mujer aprende a alcanzar el orgasmo, generalmente no pierde esta capacidad a menos que exista una pobre comunicación sexual, un conflicto en la relación, una experiencia traumática, una alteración del ánimo o un trastorno físico.

Causas

La Anorgasmia puede relacionarse con el desconocimiento de la propia anatomía y función genital, particularmente de la función del clítoris, y de la eficacia de la estimulación y las técnicas del compañero sexual. Este desconocimiento y la ansiedad se refuerzan mutuamente; la ansiedad engendra desconocimiento y éste aumenta la ansiedad. Es frecuente la asociación del sexo con inmoralidad y del placer sexual con culpabilidad. El miedo a la intimidad puede ser también un factor significativo.

Las causas físicas incluyen trastornos locales (p. ej., endometriosis, cistitis, vaginitis), trastornos sistémicos (p. ej., hipotiroidismo, diabetes mellitus, que tiene un gran impacto en los varones), trastornos del SNC o periférico (p. ej., esclerosis múltiple), enfermedades sistémicas (p.ej., distrofia muscular), fármacos (p.ej., anticonceptivos orales, antihipertensivos, antidepresivos; los tranquilizantes tienen efectos variables) y cirugía ablativa (p.ej., histerectomía, mastectomía), que puede afectar negativamente la autoimagen sexual de la mujer.

Aunque las mujeres pueden ser orgásmicas durante toda su vida, la actividad sexual suele disminuir a partir de los 60 años a causa de la falta relativa de compañeros y los cambios fisiológicos no tratados (p. ej., atrofia de la mucosa vaginal, con la consecuente sequedad y coito doloroso). Aproximadamente un 15% de las mujeres posmenopáusicas presentan una disminución significativa del deseo sexual; en ocasiones, la combinación de testosterona y estrógenos constituye un tratamiento eficaz. Además, la relación sexual que finaliza antes de que la mujer haya alcanzado el clímax (por ej., debido a preliminares inadecuados, desconocimiento de la anatomía y fisiología del clítoris y vagina o eyaculación precoz) y que produce frustración puede dar lugar a resentimiento y disfunción o incluso a aversión sexual.

Situaciones que aumentan o disminuyen el orgasmo:

Ovulación: A mitad del ciclo, la testosterona aumenta y desata el impulso sexual.

Ejercicios: incrementan la testosterona.

Dieta: los alimentos bajos en grasas pueden preparar para el orgasmo.

Meditar: meditar ayuda

Fumar: Estudios indican que las mujeres que abandonan el cigarrillo tienen más orgasmos que cuando fumaban.

Falta de sueño: acostarse más tarde que de costumbre puede afectar la libido a la noche siguiente. Durante el sueño bajan los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés. La falta de sueño provoca una acumulación de esta hormona, lo cual puede afectar.

Novelas y películas eróticas: Las lecturas e imágenes eróticas aumentan los niveles de PEA, sustancia similar a la anfetamina que tu cuerpo también produce cuando siente deseo sexual.

Progesterona premenstrual: Cuando esta hormona aumenta, la semana anterior al periodo, así desaparece el deseo.

Lactar: La prolactina, hormona responsable de la producción de leche, ahoga el impulso sexual, sin embargo la oxitocina que libera la leche materna estimula la contracción uterina y puede hacer llegar al clímax.

Estrés: El Estrés acumulado puede bajar la testosterona y la DHEA. Si has tenido un día tenso en el trabajo, tu libido puede sufrir las consecuencias.

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