No sé si soy lesbiana

Obsesiones hay sobre muchos temas. Unas hacen sufrir más que otras.

Por Manuel Fló

Lorena, 30 años, dependienta.

Lorena (nombre ficticio) viene a vernos porque desde hace unos meses y coincidiendo con varias situaciones estresantes (se casa en medio año, está acabando las obras de su nuevo piso, su novio se fue unos días fuera,..) empezó a pensar que es lesbiana.

Nunca ha tenido ninguna relación, ni fantasía erótica, con otra mujer, se siente muy enamorada de su novio, y cuando piensa en tener sexo con una mujer se siente mal, ansiosa y deprimida. Pero, al mismo tiempo, no puede sacárselo de la cabeza. Estos pensamientos varían en frecuencia y en intensidad, pero cuando ve alguna referencia al tema en televisión o por la calle, rápidamente le aparecen los pensamientos. No lo ha comentado con nadie por la vergüenza que le produce este tipo de ideas, y su sentimiento de culpabilidad va a más. Le cuesta concentrarse en el trabajo, ha perdido el apetito sexual con su pareja –lo que le hace reafirmar todavía más esos pensamientos- y se siente incómoda en muchas situaciones sociales. Ahora el contacto físico normal que podía tener con una amiga (que la cojan de la mano) se ha convertido en una fuente de incomodidad y desasosiego.

A través de trabajar sus pensamientos, haciéndola entender que son fruto de su ansiedad, trabajando su control de la ansiedad tanto en sus respuestas cognitivas como motoras, e intentando normalizar su día a día, Lorena consigue manejar el tema muy correctamente en cuestión de semanas.

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Homosexualidad, Heterosexualidad